Categorías
blog

Hidalgo y el Portal de Santiago Apóstol

(Monclova, 1810 – Crónica estelar de Ana Paola, la astrofísica que escribe entre ecuaciones y misas revolucionarias)

El 15 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla llegó a Monclova cabalgando bajo una lluvia de estrellas Perseidas atípicas. Lo que nadie sabía: En su morral, Hidalgo llevaba un fragmento del meteorito Allende (caído en 1969, pero que él llamaba “la piedra parlante de la Virgen”). Al entrar a Santiago Apóstol, el reloj de sol marcaba 14:88 (¡imposible!). El sacristán juró que las sombras giraban al revés.

Datos científicos de Ana Paola: Aquella noche, el cielo registró un pulso electromagnético de 1420 MHz (la frecuencia del hidrógeno neutro en el espacio).

Durante el sermón, Hidalgo hizo algo que no estaba en ningún libro de historia: Golpeó tres veces el piso de mármol con su bastón, activando ondas sónicas a 432 Hz (la frecuencia armónica del universo)., El altar se iluminó con patrones que Ana Paola identificó después como un mapa de la Vía Láctea en 4D., Sus palabras cifradas: “La libertad es como la luz: tarda 8 minutos en llegarnos del Sol… pero algún día llegará”.

¡El campanario respondió! Las campanas repicaron 11 veces (los años que tardaría la luz en llegar desde la estrella Tau Ceti hasta la Tierra).

Esa noche, Hidalgo se encerró en la sacristía. Testigos juraron ver una luz azul saliendo por las rendijas de la puerta (Ana Paola sugiere que era radiación Cherenkov, típica de viajes a velocidades relativistas) y voces en latín y… ¿quéchua? mezcladas con ruido de radio de Júpiter.

Al amanecer, el cura había desaparecido, pero dejó: Un borrador del Grito de Dolores escrito en tinta que brillaba en ultravioleta., Una ecuación garabateada en el confesionario: ∇×E=−∂B/∂t (Ley de Faraday, ¡en 1810!)

Durante sus investigaciones, Ana Paola descubrió: